Invisible en la Sociedad


Cada año miles de estudiantes terminan la preparatoria con la garanticion ha una oportunidad de alcanzar el sueño Americano. La mayoría de los estudiantes deciden seguir su educación y lograr su meta en ser abogados, doctores, maestros, pero para los estudiantes indocumentados no es el mismo caso. Cuando los adolescentes sin residencia legal se gradúan de la preparatoria la vida se convierte en una constante lucha por avanzar social y económicamente en una sociedad que los trata como invisibles.

Esa es la situación de Julio Cruz de Wilmington, California, joven de diecinueve años, y sus hermanos. Cuando eran niños sus papás emigraron de Michoacán, México a los EE.UU. con las esperanzas de comenzar una vida mejor, pero por circunstancias difíciles nunca solicitaron para residencia legal para sus cinco hijos. Al principio la vida para ellos fue perfecta hasta que un día fueron golpeados con la realidad que no tenían una identidad legal, basada al gobierno estadounidense.

Sin una identidad valida y sin seguro social, Julio enfrenta muchos problemas cuando busca trabajo y solicito a colegios.“Cuando aplique a la universidad nunca escribí mi residencia legal en la aplicación, pero porque tenía excelente calificaciones y buenos resultados en los exámenes estatales no me cuestionaron mucho”, explico Julio.

Para la hermana mayor de Julio, Lisa Cruz, no fue la misma situación. Lisa, de veintinueve años, asistió El Camino College por tres años con un seguro social falso. Después de completar suficientes créditos para transferirse a una universidad de cuatro años, el colegio se dio cuenta y la acusaron de fraude. Desde ese dia los tres años que estudio ya no eran válidos.

Esa no fue la situación para Julio. Gracias a la ley AB-540, que permite a estudiantes indocumentados atender universidades públicas de California sin tener que pagar como un estudiante internacional o fuera del estado, Julio es estudiante de Arte en Cal State Long Beach. Sin embargo, esta ley no ayuda a cualquier adolescente indocumentado, sino únicamente a quienes asistieron una preparatoria en California por lo menos tres años, recibieron su diploma, y han solicitado una residencia legal.

“Gracias a la ley AB-540 no tengo que pagar como un estudiante internacional o como estudiante de otro estado; pago como un residente de California, y me ahorro dinero, pero no puedo recibir ayuda financiera”, revelo Julio. Aunque Julio está muy agradecido de no tener que pasar por la misma pesadilla como su hermana, la ley AB-540 no es suficiente asistencia. Todavía se le hace difícil a Julio pagar sus clases sin tener trabajo.

En el momento sus papás y hermanos lo ayudan económicamente, pero sus hermanos también están batallando con la misma situación y unos peor porque tienen una familia que atender. Batallando toda su vida para avanzar en una sociedad que no lo permite con una voz de frustración Julio agrego, “me siento como si estuviera en una caja de vidrio, donde puedo ver a todos haciendo sus sueños realidad mientras yo estoy restringido de hacer todo”.

Aun la familia Cruz enfrenta muchas barreras, siempre mantienen una actitud optimista y luchan para lograr sus metas. El 21 de mayo, después de ser humillada y rechazada, Lisa nunca perdió la esperanza de completar su educación y volvió a comenzar la universidad de nuevo con la ayuda de la ley AB-540, que no existía cuando atendía El Colegio El Camino. Recientemente Lisa recibió su licenciatura en Sociología de la Universidad Estatal en San Diego.

La familia Cruz celebró la graduación de Lisa, siendo la primera en su familia de recibir su bachillerato de una universidad. Esto fue una gran inspiración para Julio, que piensa ser el siguiente en su familia en graduarse de una universidad. Pero porque sigue esforzándose para hacer los pagos de sus clases, no le da otra opción que tomar un descanso de la escuela para encontrar un trabajo.

“Ya pedí permiso para tomar un descanso y voy a seguir asistiendo clases en un colegio comunitario, pero mientras tengo que encontrar cualquier trabajo hasta que reciba mi residencia legal o hasta que pasen el Dream Act para continuar mi educación sin problemas”, explico Julio.

Julio Cruz y sus hermanos solo son un caso de miles de estudiantes que enfrentan el mismo dilema. La familia Cruz ha gastado miles de dólares en abogados, escuela, doctores entre otras cosas para no tener un seguro social.

La única esperanza que tienen es la ayuda del Dream Act, La Ley de Sueños, que fue introducida a el senado de los EE.UU. y la Cámara de Representantes en el 2009. Esta ley proporcionara ciertos estudiantes indocumentados que terminan la preparatoria la oportunidad de recibir residencia permanente.

2 Comments on "Invisible en la Sociedad"

  1. Its awsome! I really like it, but thankfully I no longer have to wait for the dream act I will attain residency through a sponsorship petition and I will attend CSULB this fall after all! Seriously I feel honored to be in this piece.

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